Algunas consideraciones ante la jornada del 4 de Diciembre

Este 4 de diciembre del 2021 ha estado marcado por la fragmentación y dispersión de las convocatorias que han tenido lugar. La conmemoración de esta importante fecha para el soberanismo andaluz ha vivido, después de 4 años de convocatorias unitarias organizadas por la Plataforma 4D, un panorama preocupante marcado por la existencia de 4 convocatorias de distintos referentes del andalucismo o soberanismo andaluz: una concentración en Cádiz convocada por la plataforma Andalucía Viva, una manifestación en Marinaleda por el SAT, una concentración en Málaga por Nación Andaluza y otra manifestación en Cádiz por Adelante Andalucía.

Desde Arboreá, decidimos acudir, conjuntamente con Jaleo, a la concentración convocada en Cádiz por la plataforma Andalucía Viva, con nuestra pancarta: ¡RUGE POR ANDALUCÍA, SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO! Éramos conscientes de que era un buen momento para llevar nuestro necesario discurso de unidad de acción del soberanismo de izquierdas. Como leyó nuestra compañera en el acto, «este 4 de diciembre no hay nada que celebrar, y si mucho que reflexionar acerca de como estamos afrontando la izquierda soberanista el momento histórico y político que vivimos», marcado por la crisis social y por la debilidad organizativa de nuestro pueblo.

A las personas presentes en la concentración de Cádiz se sumaron las y los manifestantes de la convocatoria de Adelante Andalucía. El ambiente de alegría, de ganas y de emoción, se intensificó al cantar el himno de Andalucía mientras se izaba la bandera gigante andaluza que ondeaba al viento gaditano en la céntrica plaza de Sevilla. Un acto necesario, donde teníamos que estar, echándole ganas y energías para que las debilidades actuales sean fortalezas futuras, para que la gente que allí estaban viera y sintiera que la dignidad y la lucha por Andalucía no están perdidas. Es una realidad que este día nacional de Andalucía es olvidado por muchas personas. Cádiz, por ejemplo, no es un lugar donde el soberanismo tenga hondas raíces, pero en sus luchas populares, como la última del metal, es significativo que las banderas andaluzas sean mayoritarias, y eso nos puede servir de indicador y aviso. Donde haya justas reivindicaciones y luchas de la clase trabajadora, ahí debe estar la Arbonaida como símbolo de las luchas populares andaluzas. Y esta convocatoria servía para recordarlo.

La valoración de las convocatorias debe hacerse con prudencia. Pero lo que sí podemos afirmar es que la suma de la afluencia a las convocatorias soberanistas no ha sido mayor que en años anteriores con llamamientos unitarios, ya sea por la confusión que ha generado la existencia de varias convocatorias, ya sea por el hartazgo que en ciertos sectores haya podido provocar esta desunión o por el rechazo a participar en convocatorias de un claro tinte electoral (caso de Adelante Andalucía). En todo caso, hacer revivir el movimiento y la organización andalucista revolucionaria se torna como un reto de primera importancia.

Para resolverlo, y volviendo a nuestra intervención en la concentración de Andalucía Viva, queremos reproducir las palabras que nuestra compañera trasladó a las personas allí reunidas: “Afrontar este reto no es posible si no abordamos cuanto antes un trabajo de reorganización de nuestros espacios de coordinación y diálogo, más allá de los ritmos y estrategias electorales, y más allá de nuestros respectivos planteamientos estratégicos, ideológicos o políticos, y poniendo en común lo que nos une: la profunda convicción de que para resolver nuestros problemas históricos es fundamental activar la movilización, toma de conciencia y organización del pueblo trabajador andaluz para adquirir cuotas de soberanía y, por lo tanto, de capacidad de decisión sobre los aspectos esenciales de nuestra vida, para construir un futuro libre de explotación.” Además, “(…) venimos a decir alto y claro que una salida duradera y estructural solo puede darse por medio de la constitución de una república andaluza de carácter social y feminista, y pasa por la construcción de mecanismos efectivos de participación política para la clase trabajadora, de herramientas y espacios de control democrático de la economía que nos permitan decidir soberanamente sobre nuestros recursos y nuestros cuerpos y, en definitiva, de la configuración de un modelo económico, político y cultural emancipado de la herencia franquista, patriarcal y de la tiranía del capital sobre la vida y la naturaleza.”

Cerró con energía y fuertemente aplaudida:

¡Viva Andalucía Libre, feminista y socialista!

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